miércoles, enero 17, 2007

EN SURCO AJENO

Yo que casi nunca me atrevo a escribir sobre política leo con atención a mis compañeros de retahílas, por si se abre un surco imprevisto en mi huerto. Pero como en la era de lo políticamente correcto lo más correcto es atender a la perspectiva del otro lado del Estrecho, esta mañana me dispongo a echar un vistazo a las cartas que el joven marroquí Gazel enviaba a su anciano maestro Ben-Beley.
Y qué sorpresa. Creo que ya entiendo mejor los errores de nuestro tan humilde y humano Presidente, todo un político:
"Arreglado a la definición de la voz política y su derivado político, según la entiende mi amigo Nuño, veo un número de hombres que desean merecer este nombre. Son tales, que con el mismo tono dicen la verdad que la mentira; no dan sentido alguno a las palabras Dios, padre, madre, hijo, hermano, amigo, verdad, obligación, justicia y otras muchas que miramos con tanto respeto y pronunciamos con tanta veneración los que no nos tenemos por dignos de aspirar a tan alto timbre con tales competidores. Mudan de rostro mil veces más a menudo que de vestido. Tienen provisión hecha de cumplimientos, de enhorabuenas y pésames. A costa de inmenso trabajo han adquirido cantidades innumerables de ceños, sonrisas, carcajadas, lágrimas, sollozos, suspiros y (para que se vea lo que puede el entendimiento humano) hasta desmayos y accidentes. Viven sus almas en unos cuerpos flexibles y doblegables que tienen varias docenas de posturas para hablar. escuchar, admirar, despreciar, aprobar y reprobar [...] Son, en fin, veletas que siempre señalan el viento que hace, relojes que notan la hora del sol[...] ¿De dónde viene que no sacan fruto de sus trabajos? Les falta, dice Nuño, una cosa. ¿Cuál es la cosa que les falta? No les falta más, dice Nuño, que entendimiento."
[José CADALSO: Cartas marruecas, "Carta LXIII"]

6 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Gracias por la citita (mía) y por el citón (de Cadalso) que me guardo en el disco duro. Curioso, con todo, lo poco crispado que estaba mi paisano dieciochesco: a fin de cuentas, las veletas y los relojes de sol son cosas muy hermosas que ni por volubles nos recuerdan a ciertos poetas de hoy.

Inma dijo...

Enrique, ¿a ciertos POETAS o a ciertos POLÍTICOS de hoy?
¿Ha sido un lapsus o una lanza intencionada?

E. G-Máiquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
E. G-Máiquez dijo...

Ha sido un lapsus tremendo. ¡¿En quién estaría yo pensando?!

Anónimo dijo...

Inma.

Qué recuerdos de cuarto de Filología con estas "Cartas Marruecas"..., estaban Meléndez Valdés, Jovellanos, Moratín y algún que otro valioso pasatiempo...

Un bico.

Pd. Sobre política prefiero no comentar nada antes que decir cualquier cosa que no signifique tampoco nada.

Anónimo dijo...

Hay que ver qué perennes son los vicios del mal político, la descripción de Cadalso se ajustaría a unos cuantos que tenemos a diario en la tele.