martes, enero 09, 2007

HORTELANO, A TU HUERTO


EMPEZAR SIEMPRE
Nunca hemos empezado a vivir ni a morir y nunca acabaremos de empezar. Empezar, la gran ilusión de toda mi vida; siempre empezar, siempre volver a empezar.
(Juan Ramón Jiménez, Ideolojía)

Cada día tenemos la posibilidad de empezar, pero no caemos en la cuenta hasta que nos lo anuncian a bombo y platillo con la festiva inauguración de un nuevo año. Sería bueno que, por lo menos, un leve tintineo nos lo recordara cada amanecer, de modo que los propósitos brotaran con la misma frescura y el mismo fervor que cada primero de enero. De perogrullo es que para realizar un pensamiento es imprescindible darle realidad. Como aprendí de un sabio amigo, el primer paso para cumplir un proyecto puede ser convertirlo en letra, amarrarlo a buen puerto para que no se pierda ni nos pierda con el viento de marzo. Por eso dejo anclado aquí mi propósito* para el nuevo año: cultivar mejor mi huerto, ¡tan pequeño y siempre con tanto por hacer en él! Para empezar deben arrancarse sin contemplaciones todas las raíces secas, cortar las malas hierbas, desbaratar la gruesa alfombra de hojas marchitas y podar las ramas, para que nazcan con brío flores y frutos después del frío invernal. Pienso en Santa Teresa, en cómo se deleitaba pensando que su alma era un huerto que debía cultivar con esmero y tesón, armada de la humildad necesaria para cortar y desechar lo inservible, siempre a la búsqueda de frutos mejores, incluso cuando todavía su soñado vergel no alcanzaba más que a ser un páramo:

Digo cortar, porque vienen tiempos en el alma, que no hay memoria de este huerto; todo parece está seco, y que no ha de haber agua para sustentarle, ni parece hubo jamás en el alma cosa de virtud. Pásase mucho trabajo, porque quiere el Señor que le parezca al pobre hortelano, que todo el que ha tenido en sustentarle y regarle, va perdido. Entonces es el verdadero escardar y quitar de raíz las hierbecillas, aunque sean pequeñas, que han quedado malas, con conocer no hay diligencia que baste si el agua de la gracia nos quita Dios, y tener en poco nuestra nada, y aun menos que nada. Gánase aquí mucha humildad; tornan de nuevo a crecer las flores.
(Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, cap. XIV)

*Nota: En mi propósito está incluido mejorar el cuidado de uno de los productos que con más cariño intento cultivar en mi huerto, el blog, al que a menudo dejo al albur de las tormentas y de mi [tan frecuente] sequía. En el tintero del año viejo quedaron muchas ideas a las que quise dar orden y ofrecí embarulladas o quedaron mudas, muchos libros por leer, cartas, gestos y poesías que duermen bajo las aguas a la espera de una centellica iluminadora. A todos vosotros, amigos, gracias por haber ayudado a labrar y alimentar su tierra a vuestro paso por él. Cortad y arrancad también lo que creáis preciso.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Este huerto tuyo está repleto de flores y frutos, y este último, como los anteriores, valiosísimo.
Me parece un estupendo propósito mejorar el cuidado de tu blog, si te refieres a escribir con más frecuencia: ¡más veloces que serenas!
Me ha gustado mucho el ejemplo de Santa Teresa, "armada de la humildad necesaria para cortar y desechar lo inservible, siempre a la búsqueda de frutos mejores". ¡Qué contraste con los propósitos que escuchamos en este inicio de año!

E. G-Máiquez dijo...

¡Bien por el leve tintineo!

Y por esos propósitos

Anónimo dijo...

Inma:
Al principio, leyéndote, no estaba de acuerdo con lo de empezar una y otra vez, en ocasiones me gustaría que todo se me ofreciese "in medias res"; luego has tocado una de mis fibras sensibles, que es la jardinería, y me dije: cómo me gusta encontrarme con la tierra y empezar mis proyectos desde la nada [o desde el antiproyecto, que no se va de la cabeza hasta que lo ves escrito]. Empezar desde el principio es lo mejor, pero requiere paciencia y, en ocasiones, una buena dosis de suerte, que no sé muy bien lo que es.

Un abrazo gallego.

Anónimo dijo...

Venerada Inma,
En esta fase de empantanamiento en la que me encuentro ,nada mejor que los consejos de Santa Teresa de Jesús, acostumbrada a pensar en aquella vida de arriba, que es la vida verdadera...Qué maravilla de mujer!
Espero que sigas labrando tu huerto como hasta ahora,no te preocupes de la tormenta ni de la sequía , porque luego nos vienes con entradas tan mágicas como éstas,por eso merece la pena esperar...Feliz año hortelana

Anónimo dijo...

el usuario anónimo de arriba soy yo,Lord scutum

Inma dijo...

Gracias a todos por los ánimos, que riegan y refrescan la tierra dormida.

Ojalá la centellica dé un impulso a las palabras serenas y este año espabilen un poco. Por lo menos, algo de luz me llega ya gracias a la escritura, tan viva y rica, de Santa Teresa.
Toño, tienes razón: ¡qué difícil empezar algo una y otra vez! Esa era la obsesión de JRJ -"andarín de su órbita"-, pero yo no aspiro a eso (¡Dios me libre!), sino a entrar en el día, "in media res", con la ilusión despierta y los propósitos renovados. Para empezar siempre, para empezar desde lo que estuvo ayer y hacia lo que vendrá mañana.

¡Saludos!

Jesús Sanz Rioja dijo...

Buena prosa, pardiez. Ese blog tiene un hortelano experto.

Anónimo dijo...

Qué alegría saber que este año saldrá una buena cosecha de este surco de tu jardín. (Y seguro que del jardín entero, pero ese se publicará sólo cuando oigamos no un leve tintineo, sino un gran ruido de trompetas.) ¡Ah!y un brindis por la Teresona.