miércoles, diciembre 06, 2006

OCULTAS BONDADES

Hoy, más que amanecer, amenazaba un festivo tristón. Aunque no me atrevía yo a quitarle la razón a Juan Maragall, para quien "hay que esperar siempre una oculta bondad en cada cosa", se me antojaba que muy bien escondida y calladita se queda esa bondad a veces, que yo hasta pienso que ni respira. Pero, ¡qué diantres!, en los días pesimistas hay que salir a rescatar pretextos felices. Y darles las bienvenida con aplausos, brindis y sonrisas. Así que he buscado un reencuentro con unas cartas alentadoras que me recuerdan que sí, que existen relaciones humanas en las que las diferencias (convicciones religiosas, vitales, políticas) se asumen y se resuelven con armonía, delicadeza, respeto e incluso -cuando hay motivos- con admiración recíproca.
Maragall y Unamuno dieron buen ejemplo. La serenidad y el optimismo católico del catalán congenió de maravilla con la desgarradora inquietud agnóstica del vasco. Al menos así se demuestra en su correspondencia. Por su parte, en los años 60-70 un sombrío, escéptico y solitario Ramón J. Sender, desde su prolífico exilio americano, mantuvo una hermosa relación epistolar con Carmen Laforet, veinte años más joven, madre entregada a su numerosa familia, feliz, en gozo de una fe serena, y algo perezosa con su escritura (esto último sí que lo lamento). Vale la pena volver a una carta en la que Sender elogia esa rara capacidad para ser feliz de Carmen Laforet, rastreable en su vida y en su arte:
«Sus libros han llegado hace dos días. Cuando los termine le volveré a hablar de ellos. Otra cosa me gusta mucho ver en ellos: usted ama la vida como la vida es (lo que quiere decir que es feliz). Esto último me encanta. Y hay algo más importante: la felicidad no se lleva, ahora, en el arte. Pero la de usted (digo, la de sus narraciones) se lleva y se llevará siempre porque está llena de talento y es, además, un talento original. En definitiva es lo único que ha contado siempre desde que hay gente que escribe. O —simplemente— que alienta.»
(LAFORET, Carmen y SENDER, Ramón J: Puedo contar contigo. Correspondencia, 2003)

Si se lleva la felicidad o no, daría para otra entrada. Por hoy aclararé que a lo largo del día se me han aparecido más pretextos felices -¿ocultas bondades?- que merecen ser celebrados a diario. Personales y literarios. Entre los segundos, las cartas de Laforet-Sender y la lectura de la estupenda "Declaración de Intenciones" de Rocío Arana, tan respetuosa que pide perdón, para no ofender a los tristes y a los resabidos que ya están de vuelta:
Escribo porque soy
feliz.
ya sé que duelen
el amor y las tardes y las horas de espera
frente a una ventanilla perezosa
y las sucias colillas por el suelo
ya lo sé no hace falta que lo digan
aquí soy yo la rara
la que mira y lo ve todo tan limpio
y llora de alegría en los rincones
y qué quieren incluso la nostalgia
se me viste de fiesta
pido perdón ya sé es un gran pecado
un escándalo sí
soy feliz y lo digo estoy jugando
con fuego pero miren
los días la llovizna la gente los violines
pónganse en mi lugar
como callarme cuando el mundo grita
que hay extraños jardines debajo de la nieve.
(ARANA, Rocío: Magia, 2002)

[Fotografía: Carmen Laforet y Ramón J. Sender]

19 comentarios:

Pablo Buentes dijo...

Hacía tiempo que no leía el poema de Rocío... y me vuelve a hechizar de nuevo. Qué magia tiene Rocío escondida en las manos.

Anónimo dijo...

inma,olvido de si cuanto tiempo.
se que soy ausente,derramo en mis manos tu ser.
antes que la noche me cubra.
fui.

Anónimo dijo...

¡Muy animante, Inma! Tu entrada con el el poema de Rocío como epílogo también contagia felicidad. Anda anímate a escribir esa entrada que apuntas por aquí...

E. G-Máiquez dijo...

Muy bonita entrada, con toda la épica de la felicidad, que también la tiene. Y el poema de la Arana que lo remata, qué bueno es.

Anónimo dijo...

Afortunados fueron Sender y Laforet. El fragmento de carta que nos regalas da cuenta de ello. Muy bonito.
Es frecuente que la cordialidad y la educacón desaparezcan al tiempo que aparece la discrepancia. A veces incluso, entre amigos o compañeros, es más fácil optar por un "relativismo general", que a nadie incomoda, que por la descabellada opinión de que, en ocasiones, una cosa puede ser mejor que otra o que se vale pensar diferente, tener un criterio, etc.
Me ha gustado mucho tu entrada, la fotografía... en este blog las bondades están bien descubiertas.

Enrique Baltanás dijo...

Estimulante entrada ésta. Y estimulantes los ejemplos propuestos.

Inma dijo...

Recojo vuestros [animantes] comentarios con la misma alegría de ayer, cuando se me aparecieron aquellos pretextos felices.

Que me disculpe el primer anónimo. Será culpa de la filología, ¡ay!, que no me ha brindado suficientes herramientas para interpretar su comentario...

Saludos agradecidos a todos.

Anónimo dijo...

"Felicidad no se lleva, ahora, en el arte".

Inma, me pregunto si alguna vez se llevó la felicidad en el arte, es más, en más de una ocasión me he encontrado buscando esa felicidad que no sé si existe, pero que estoy convencido de haber sentido. Es cierto que el optimismo no se lleva desde hace largo rato en el arte, quizá porque generalmente el ser humano no ha sido ni es optimista. Particularmente, y mi opinión no sé si importará a alguien, yo soy muy pesimista, pero tengo una esperanza enorme, vete tú a saber si esto no es más que una paradoja. Me gusta el drama y la tragedia, y en el caso de la risa, me interesa lo melodramático, donde se ve una esperanza que no llega siempre a cuajar, pero que no importa, como en "The apartment" (Billy Wilder).

Pero mi mundo no es tan oscuro, me encanta la gente que, como tú, un buen día "festiburrido" se encuentra con unas cartas y sonríe. También a mí me pasó ayer que me sonrió el alma o sintió un momento de felicidad, pero el precio siempre es alto: "Hiroshima, mon amour" (Alain Resnais).

Siento hacer estos comentarios tan largos y que no dicen mucho, pero se mezcla la atmósfera de la música con mi impaciencia por leer algo nuevo en Lanzas Palabras Serenas (según g-máiquez) y... en fin...

Un bico, rula!!!

Anónimo dijo...

Querida Inma. Hoy que todo el mundo tiene tu nombre en boca, deseo felicitarte por la consabida efemérides. Por primera vez no lo haré a través del móvil. Qué mejor lugar para hacerlo que éste, donde eres más tú que en ningún otro sitio. En otra entrada hablabas de las esencias. Este blog que con tanto cuidado construyes es, en parte, tu esencia. Y aquí, en un marco tan etéro como la red, ese concepto de esencialidad, de naturaleza tan inaprehensible, se hace aún más auténtico porque uno tiene que intuirlo. Y es un ejercicio hermoso ése de identificar (=rememorar) las astillas que claveste "con banderas en altos promontorios desde donde oteas el mundo con otros ojos, cada vez más amantes". Espero que esto contribuya también a engrosar tus pretextos felices, aunque éste sea efímero. Un abrazo. 8/12/06

Carlos RM dijo...

Felicidades Inma, por la entrada y hoy por tu día.

E. G-Máiquez dijo...

Muchas felicidades, Inma. He pensado que a lo mejor te hacía ilusión este regalo. Es una frase de Gabriel Miró que, últimamente, cuando la recuerdo, asocio a ti: "El único heroísmo que existe es ver el mundo como es y amarlo".

Inma dijo...

Toño, claro que importa saber que se puede ser pesimista y tener esperanza al mismo tiempo. En algo me recuerdas a uno de mis hermanos: constantemente asocias pensamientos, vivencias o anécdotas a películas. Y me encanta. Qué buena, "El apartamento"...Ah, y tú neologismo "festiburrido" (¡me lo apunto!).


Muchísimas gracias por las felicitaciones, a Fernando, Carlos y Enrique. ¡Qué ilusión me han hecho! Los he visto después de que mi familia apareciera para traerme el desayuno a la cama, como hacemos tradicionalmente en cada onomástica. Así que no quepo ya en mí con tantos pretextos felices. Me alegra y te agradezco, Fernando, que visites el blogg y que nunca olvides mi santo.

Enrique, ¡qué afortunada me siento con tu regalo!. La frase de G. Miró es una verdad preciosa y muy "estimulante" (como dice E. Baltanás).
Con tu permiso, quería celebrar el día aquí con dos espléndidas citas que encabezan tu clarividente "Haz de luz" que hoy abro, también como un regalo:

"Más vale encender una pequeña luz/ que gritar contra la oscuridad"
(Manuel de Mariano)

"Las cosas son porque las vemos/
pero las vemos porque son"
(Agustín de Hipona)

Adaldrida dijo...

Felicidades y gracias!!!

Anónimo dijo...

Yo te felicito con nuevos pretextos para ser feliz de parte de tu amiga:

PÍDEME QUE ESTÉ ALEGRE

Aún me entra cielo azul
y lo miro en mis charcos
reflejado a jirones.

Pídeme que esté alegre.
Si tú me lo pidieras,
en un caballo blanco subiría,
en un caballo bravo y montaraz.

Pídeme que esté alegre.
y correré a ponerme
atavíos de fiesta,
abriré las cien puertas de mi casa
y saldré entre piruetas
y saltos de través
aturdida de sol,
y a las verdes palomas
daré migas de pan.

Pídeme que esté alegre.
En un caballo blanco correría,
en un caballo loco y montaraz,
si tú me lo pidieras.

Carmen Martín Gaite

Jesús Sanz Rioja dijo...

Empiezo a descubrir a Rocío Arana. Espero que sea el principio de una buena amistad.

Anónimo dijo...

Yo también me sumo a las felicitaciones, Inma. ¡¡Gracias por tu entrada!!

¡Qué buenos, además, los versos de Carmen Martín Gaite que acaba de colgar Koke!

Anónimo dijo...

Venerada Inma
También me sumo a las felicitaciones ,un poco atrasadas
pero de todo corazón te deseo que tengas certeros pretextos felices tanto en los días pesimistas como en los alegres...
Antes pensaba que buscar esos pretextos era algo artificial ,hasta que mi amiga Rocío y yo aceptamos la idea -en una tarde cualquiera-,de que convertirnos en ocasiones en bufones de Dios era muy saludable,y a día de hoy intento reírme de esas circunstancias que le ponen a uno un poco demasiado triste...Recuerdo que Rocío me decía aquello de...Pero tío, que la vida no es un camarero que nos dice eso de ¿El señor está bien ,necesita algo más...?
-entonces me reía,porque me imitaba con pantomimas toda una serie de escenas que ridiculizaban ese rechazo mío a no asimilar los tempos tristes...
Siempre me acuerdo de una viñeta en la que Mafalda preguntaba a un Miguelito un poco preocupado y sentado al borde de una escalera...¿Esperas a alguien? y le respondía -sí, espero a la felicidad- ,ante esa respuesta Mafalda se iba completamente descolocada y pensativa ,como rumiando ese enigma de la felicidad
Me ha gustado mucho tu entrada, pues como siempre retiene mucha sustancia aunque parezca leve esa captura ,,como diría Laforet a Sender Tu felicidad está en vigor,pues se palpa su transcendencia casi sin darse uno cuenta...¡Muchísimas felicidades Inma,y que sigas rescatando esos pretextos felices que tanto me suenan...!

Anónimo dijo...

Chica, ¡¡actualiza!!...
Besos desde Galicia!!!

Inma dijo...

Ya voy, ¡ya voy!