
AUTOBIOGRAFÍA
Como el náufrago metódico que contase las olas que le bastan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar errores,
hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño, y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.
(Luis ROSALES, Rimas, 1951)
Poema -vivido y revivido- que me ha trasladado a otro que escribí yo hace algunos años, mecida más o menos por el mismo presagio trágico. Por aquel entonces fabulaba la historia de alguien que siempre estuvo preocupado en muchas cosas, dejándose a las importantes por el camino. Al final se quedó con las manos vacías, como un tonto, al pie del andén desierto. Sin prudencia ni recato os lo dejo también aquí:
Poema -vivido y revivido- que me ha trasladado a otro que escribí yo hace algunos años, mecida más o menos por el mismo presagio trágico. Por aquel entonces fabulaba la historia de alguien que siempre estuvo preocupado en muchas cosas, dejándose a las importantes por el camino. Al final se quedó con las manos vacías, como un tonto, al pie del andén desierto. Sin prudencia ni recato os lo dejo también aquí:
EL JINETE EN LA ESTACIÓN
"porque en amor locura es lo sensato"
(Antonio Machado)
"porque en amor locura es lo sensato"
(Antonio Machado)
Suena un silbido agudo. Es el tren
que pasa relinchando, luciendo largas crines
de humo. Pronto el túnel engullirá
el galopar. Dejarán de centellear las vías.
Un jinete corre, corre hacia el andén, desierto.
Casi toda la tarde limpiando sus pistolas.
Abrillantando con cera la montura.
Practicando en el aire con las riendas.
Casi toda su vida. Y no haber entendido
el consejo del maquinista jubilado:
-¡Atento, joven!- le hubo advertido-
a esta estación a veces llegan
hermosos corceles desbocados.
[Tarragona, otoño del 2000]
7 comentarios:
Muy buena entrada (otra más) y qué bonitos los poemas que pones.
Inma.
Me encanta el tono de "Caballo de Cartón", tanto en el poema de Rosales como en el tuyo, te leo más que nunca a ti...
Contando las olas,
no vemos los hermosos corceles desbocados.
Besos.
Qué bien me hubiera venido asistir a tus clases. Y les tendrías que haber enseñado también tu poema, que se lo merece.
Gracias por acercarnos un poema tuyo, es precioso. Yo también asistiría gustoso a tus clases.
El poema de Rosales me ha impactado.
Pues muchas gracias, la próxima vez os invito a todos; por lo menos debe tener gracia ver cómo intenta salir del paso una novata. Eso sí, si estuviera Enrique García-Máiquez en clase, tened por seguro que yo me siento en el banquillo a escuchar.
Ay,¡si ese caballo de cartón se convirtiera en uno montaraz, como el del poema de CMG...!
¡Cómo me gustaría asistir a tus clases!Sobretodo si culminan con un poema como el tuyo.
Si supieras cuántas veces me hé sentido como tu jinete...
Todavia hoy tengo miedo de dejarme lo importante por el camino,y ello me provoca una melancolía de futuro
que a veces roza la angustia más despiadada...pero recuerdo ese caballo montaraz de la Gaite,aunque me persiga el descarrilamiento y la desorientación...Un saludo
El poema de Rosales me gusta mucho, y el tuyo,(qué calladito lo tenías...)me ha gustado una barbaridad, esa imagen del tren como corcél desbocado se me ha metido dentro de un salto. Gracias por colgarlo, entre amigos, también estas locuras son sensatas.
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