jueves, junio 08, 2006

ROSA KRÜGER

Teodoro Castells, narrador de un rosario de leyendas populares y de historias míticas contadas al calor del fuego; peregrino de barro que cae y se levanta, moldeado poco a poco por la Divinidad y por el recuerdo de una visión fugaz y redentora —una alegre y sencilla alsaciana, con «una infantil y luminosa hermosura» que un día le ofreció su croissant—, a la búsqueda escarpada de su nombre inolvidable y poderoso: "Rosa Krüger". La larga espera no fue en vano, como tampoco lo fue la que dedicó Penélope a Ulises, ni los siete años en Siberia que padeció Raskolnikov para enmendarse y regresar hacia Sonia. Y la búsqueda fue mutua. Porque ella no sólo encarna el amor ideal, sino también ese afán amoroso que expresó Pedro Salinas en unos versos célebres: "Es que quiero sacar de ti/ tu mejor tú/ ese que tú no viste y que yo veo"...

ROSA KRÜGER. O la angélica "nadadora" que salvó a Teodoro Castells del fondo de un océano turbio y le descubrió "la nueva criatura que ya era" desde aquel preciso momento en que fijó en él "sus grandes ojos límpidos de niña".

Doy las gracias a Teodoro Castells, a Rosa Krüger y a su creador, Rafael Sánchez Mazas. También a mí me hubiera valido la pena esperar media vida para oír esta historia. Pero tuve la fortuna de que "alguien" me la entregó antes. Me acompañará, pues, en mi juventud y, espero, hasta la vejez, el peregrinaje errático de Teodoro, la risa pero también la «Melancolía trascendental de Rosa», razón de su especialísima visión del amor:

"-Teodoro, ves que soy tan alegre. Pues no te inquietes si a veces, cuando estemos casados, me ves un poco triste. No será por ti. Será de pensar lo pronto que se nos va esta vida, lo poco que valen la felicidad, la belleza, la fortuna, lo pronto que nos llega el más allá, la presencia de Dios ante la cual valdremos tan poco. El amor vale, Teodoro, si para esta vida y para la otra nos hace mejores. Y si no, no es verdadero amor. Si no me hubieras gustado yo no te hubiera nunca dicho que sí. Soy una muchacha cualquiera, una mujer de carne y hueso. Pero aunque me gustaras yo no me hubiera enamorado de ti si no te hubiera oído que por mí, por haberme visto una vez, habías querido ser mejor y habías dejado de pecar."

(SÁNCHEZ MAZAS, Rosa Krüger)




8 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Llego a través del blog de García-Máiquez: me gusta mucho el tuyo también. Te seguiré con interés

E. G-Máiquez dijo...

Es agradable saber que Arp me deba esto: así empezaremos a estar un poco más en paz. Porque este blogg es estupendo. Gran entrada hoy. Y otro libro que no tengo: los blogs aurruinarán, si no mi vida, mi economía.

Inma dijo...

Enrique, me alegra poder descubrirte esta espléndida y rara novela que Rafael Sánchez Mazas escribió en la Guerra Civil, durante su refugio en la Embajada de Chile. Y que publicó más tarde su mujer, Liliana Ferlosio. Aprovecha que Ediciones Encuentro la ha vuelto a publicar.
Rafael cumplió, sin duda, ese "servicio a los demás" que decíamos que también puede ser la literatura, pues "Rosa Krüger" fue creada como una suma de historias entrelazadas que iba narrando a los demás refugiados, para hacerles más amable la pésima realidad...

Breo Tosar dijo...

Me apunto este libro. Seguro que no defraudará, porque la Historia nunca lo hace.

Anónimo dijo...

Si Internet es eso que llaman una gran "red", debiste salir a faenar con marea alta y en mitad de una tormenta, porque capturaste en las tuyas a este pez que pugnaba por combatir entre las corrientes de su mar agitado y que acabó en el piso de tu cubierta con los ojos desorbitados y dando besitos al aire. El pez se ha hecho ahora hombre y quizás, añorando el mar, se vuelva también pescador botando su humilde barquezuela de madera al piélago de las ideas. Si así fuera, mi cuaderno de Bitácora te dará las coordenadas. Un abrazo, Inma.

Anónimo dijo...

Para Juan Manuel de Prada, "Rosa Krüger" es una de las mejores novelas del siglo XX (o algo por el estilo).

Sánchez Mazas es uno de los "marginados" de la literatura... ideologías, prejuicios, falácias...

Yo no he leído "Rosa Krüger" pero me encantó el "Pedrito de Andía". Lo recuerdo tremendamente idealista e ilusionante.

Te agradezco tu entrada y aprovecho para apuntar un fragmento de "Pequeñas memorias de Tarín" (ed. Península 2005), ya que el tema del amor está muy presente últimamente por algunos blogs que me son "familiares" y valiosos:

"¡Cuánta pena me da venir a pasar en esta casa mi última temporada de soltero! Desde que soy como Tarín estoy viniendo a Laudibe todas las primaveras. Ahora el tío Rafael duerme la siesta. Tarín corretea con Black y Aserri por el jardín, y Dorotea, la vieja Dorotea, dormita en la cocina...Yo paso las horas de sol en esta vieja biblioteca, donde he soñado tanto. Ya se han acabado los sueños...Dentro de unos meses me casaré sin amor, sin una sola ilusión, con Pilar López de Bengoechea y Ladrón de Guevara; muy mona, gran familia, muy rica, hija única...Una boda espléndida...Pero Pilar ni me quiere ni es la mujer que yo he soñado para ser madre de mis hijos...

Breo Tosar dijo...

Muy bueno, Koke. También me apunto tu recomendación. Un fuerte abrazo,
Breo

Anónimo dijo...

Inma, ya ves cómo es la red... Creo que Fernando, el que escribe más arriba, es un colega mío que hizo filología allá en Compostela y ahora está por tierras inglesas... Está un poco tarado (ojalá lea esto, jeje).

Por cierto, precioso post.
Un bico!!!